Mi abuelo Diego participó en las primeras luchas de los años 20 por la autonomía universitaria en el gobierno de Machado, mis padres fueron del Directorio Estudiantil que asaltó el Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957 para derrocar a Batista. En mi caso, la lucha fue por la calidad académica y nuestra consigna era “alegres pero profundos” fue eso entre 1977-1982. Cada generación vivió un momento pero todos fuimos conscientes de que había una historia muy propia y no de otros, la de
Digo esto porque siempre, en estos doce (12) años me he preguntado porqué el movimiento estudiantil en
¿Cómo es posible tanta fragilidad? Cuando la historia del movimiento estudiantil universitario en el Valle del Cauca comienza justamente en la historia por el cogobierno en 1968 en nuestra Universidad y no como aparece referenciada en varios trabajos en 1971 con las jornadas de lucha en
Razones habrá, las hay, pero lo que no deja de crearme zozobra son los movimientos, agrupaciones que germinan por o dentro de la coyuntura o lo coyuntural. Tal rasgo hace efímero cualquier proyecto.
Me gustaría ver un movimiento estudiantil fuerte, pujante, unido, con asideros en nuestra historia, la de
En abril del 2010, cuando no estemos en esta coyuntura, me gustaría pensar en que muchos sigamos interesados por las mil cosas que debemos fortalecer y construir en nuestra universidad más allá de lo coyuntural que hoy dan pretexto para responder a su invitación de escribirles. Por ahora, el Departamento de Humanidades tiene su Oficina de Cogobierno en donde están los tres estamentos representados con independencia y autonomía; con un axioma único, muy político por cierto; con
Pedro Pablo Aguilera
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